domingo, 7 de diciembre de 2014

Lecturas del dia Domingo 07 de diciembre 2014

LECTURAS DE HOY DOMINGO II DE ADVIENTO

PRIMERA LECTURA
Is 40, 1-5.9-11.

Preparad el camino del Señor.

Lectura del libro del profeta Isaías.

«Consolad, consolad a mi pueblo, –dice vuestro Dios–; hablad al corazón de Jerusalén, gritadle, que se ha cumplido su servicio, y está pagado su crimen, pues de la mano del Señor ha recibido doble paga por sus pecados.» Una voz grita: «En el desierto preparadle un camino al Señor; allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios; que los valles se levanten, que montes y colinas se abajen, que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale. Se revelará la gloria del Señor, y la verán todos los hombres juntos –ha hablado la boca del Señor–.» Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión; alza fuerte la voz, heraldo de Jerusalén; álzala, no temas, di a las ciudades de Judá: «Aquí está vuestro Dios. Mirad, el Señor Dios llega con poder, y su brazo manda. Mirad, viene con él su salario, y su recompensa lo precede. Como un pastor que apacienta el rebaño, su brazo lo reúne, toma en brazos los corderos y hace recostar a las madres.»

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL
Sal 84.

Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.


Escucharé las palabras del Señor, palabras de paz para su pueblo santo. Está cerca nuestra salvación y la gloria del Señor habitará en la tierra.

La misericordia y la verdad se encontraron, la justicia y la paz se besaron, la fidelidad brotó en la tierra y la justicia vino del cielo.

Cuando el Señor nos muestre su bondad, nuestra tierra producirá su fruto. La justicia le abrirá camino al Señor e irá siguiendo sus pisadas.




SEGUNDA LECTURA
2Pe 3, 8-14.

Esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pedro.

Queridos hermanos:
No perdáis de vista una cosa: para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no tarda en cumplir su promesa, como creen al­gunos. Lo que ocurre es que tiene mucha paciencia con vosotros, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se convier­tan. El día del Señor llegará como un ladrón. Entonces el cielo desaparecerá con gran estrépito; los ele­mentos se desintegrarán abrasados, y la tierra con todas sus obras se consumirá. Si todo este mundo se va a desintegrar de este modo, ¡qué santa y piadosa ha de ser vuestra vida! Esperad y apresurad la venida del Señor, cuando desapare­cerán los cielos, consumidos por el fuego, y se derretirán los elementos. Pero nosotros, confiados en la promesa del Señor, espera­mos un cielo nuevo y una tierra nueva en que habite la justicia. Por tanto, queridos hermanos, mientras esperáis estos acon­tecimientos, procurad que Dios os encuentre en paz con él, in­maculados e irreprochables.

Palabra de Dios.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO

Aleluya, aleluya.
Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos. Todos verán la salvación de Dios.
Aleluya.



EVANGELIO
Mc 1, 1-8.

Enderezad los senderos del Señor.

 Lectura del santo Evangelio según san Marcos.

Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.
Está escrito en el profeta Isaías: «Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto: “Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos”». Juan bautizaba en el desierto; predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados, y él los bautizaba en el jordán. Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo».

Palabra del Señor.

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