Por: Alban Butler | Fuente: Vida de los Santos
Abadesa
Martirologio Romano: Cerca de Tréveris, en Austrasia, santa Irmina, abadesa del cenobio de Oeren (actualmente en Bélgica), que, siendo una matrona consagrada a Dios, fundó un pequeño monasterio en su villa de Echternach, que dotó y lo donó a san Wilibrordo. († c.716)
Etimológicamente: Irminaa significa “grande, fuerte”. Viene de la lengua alemana.
De acuerdo con la tradición, la princesa Irmina, de quien se dice que fue hija de San Dagoberto II, había sido prometida en matrimonio al conde Hermán. Ya estaban hechos todos los preparativos para la boda en la ciudad de Tréveris, cuando uno de los hombres que estaban al servicio de la princesa y perdidamente enamorado de ella, tendió una celada al conde sobre un despeñadero vecino a la ciudad, se arrojó sobre Hermán con inaudita saña, lucharon los dos a brazo partido y ambos cayeron abrazados en el precipicio.
Tras este trágico epílogo de sus proyectos, Irmina obtuvo la autorización de su padre para ingresar a un convento que el propio Dagoberto había fundado o reconstruido en las proximidades de Tréveris. Santa Irmina fue una celosa colaboradora en los trabajos misioneros de San Wilibrordo y, en el año de 698 le cedió la mansión en la que él fundó el famoso monasterio de Echternach. Se afirma que aquel donativo lo hizo como una muestra de reconocimiento cuando San Wilibrordo contuvo milagrosamente una epidemia que había azotado a su convento y causaba muchas víctimas. Eso es todo lo que se sabe de cierto sobre Santa Irmina.
¡Feliz nochebuena a todos/as!
VIDAS DE LOS SANTOS Edición 1965
Autor: Alban Butler (†)
Traductor: Wilfredo Guinea, S.J.
Editorial: COLLIER'S INTERNATIONAL - JOHN W. CLUTE, S. A.
Autor: Alban Butler (†)
Traductor: Wilfredo Guinea, S.J.
Editorial: COLLIER'S INTERNATIONAL - JOHN W. CLUTE, S. A.
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